Fogasa depende del Ministerio de Empleo, gestiona los expedientes y sufraga las indemnizaciones y los salarios de empresas que se han declarado insolventes o concurso de acreedores.La actividad del Fogasa ha aumentado un 500%. La estrategia, según los sindicatos, es abandonarlo y así tener excusa para privatizarlo.

La única oficina de Madrid la atienden 30 trabajadores, dicen que no dan abasto.  Ahora, gestionan casos que entraron en la oficina en marzo. El gasto del Fogasa en 2012 creció un 2% respecto a 2011. Superó un 22% el gasto presupuestado por el Ministerio de Hacienda.

Fuentes de empleo reconocen que hay retrasos, que ya los había antes de que ellos llegaran al Gobierno. Los retrasos, según fuentes consultadas por laSexta, se deben a que los procesos judiciales son largos y a que los hay muchos más expedientes por la crisis. Reconocen también que están trabajando en propuestas para agilizar la gestión.