En Salvados vimos lo simple que es encontrar a un testaferro: sólo hay que buscar en Internet y contactar con 'uno de ellos'. Parece sencillo localizarlo pero se trata de una actividad que requiere confidencialidad y discreción. Es una pieza clave que siempre se repite en el ajedrez de la corrupción. La trama Gürtel, el Caso Nóos o el caso Marsans, cambia el nombre pero permanece un común denominador: el testaferro.

El caso Gowex ha vuelto a poner en el punto de mira esta figura que aparece una y otra vez. La trabajadora de la limpieza, su amigo de la infancia, su compañero de facultad, perfiles comunes de personas cercanas a Jenaro García que, sin saberlo, aseguran, se convirtieron, de la noche a la mañana, en testaferros al servicio de Gowex y su entramado de empresas para manipular las cuentas durante diez años.

Pero, ¿qué es un testaferro? “Un testaferro es una persona que actúa en nombre de otra persona pero ocultando que es en nombre de otra persona” explica Ricardo García Zaldívar, doctor en economía de ATTAC España. ¿Para qué se utiliza? “Para actividades delictivas de todo tipo, bien sea en fraudes fiscales o evasión fiscal”.

¿Quién puede ser testaferro? “Cualquier persona con su DNI, con su características de persona física puede ser un testaferro”. Y, ¿es legal su actividad? “En sí misma no es ilegal, lo que es ilegal son los actos que ese testaferro en nombre propio, porque no es en representación, está realizando porque se lo ha encargado otra persona”. Actos que, por mucho que sean en nombre de otros, pueden llevar al testaferro a prisión.