Al final no pasará por los Pirineos. Ni transportará gas natural. Ni se llamará MIDCAT. Pedro Sánchez, de la mano de su homólogo francés, Emmanuel Macron, y portugués, António Costa, y con el beneplácito de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; han dado forma al que será el primer hidroducto que conectará varios países de la Unión Europea.
Serán 300 kilómetros de conducto submarino que saldrán del puerto de Barcelona y llegarán hasta Marsella, en la costa francesa. Su intención es que esté listo para 2030 y que transporte en su interior única y exclusivamente hidrógeno verde. "Va a ser el primer gran corredor de hidrógeno de la Unión Europea", ha destacado Sánchez durante una rueda de prensa conjunta con los socios con los que ha cerrado el acuerdo.
Un tubo con muchas curvas. No por la infraestructura en sí, sino por los obstáculos que ha supuesto el llegar hasta este momento. Francia rechazó desde un primer momento la creación de un gasoducto que atravesase los Pirineos y que conectase Portugal y España con Europa.
- "No entendería que saltásemos sobre este tema como cabras pirenaicas", llegó a decir, descartando una solución que él consideraba innecesaria, el mismo día en que se reunieron Pedro Sánchez y el canciller alemán Olaf Scholz para pedir justamente que se recuperara este proyecto, ante la acuciante crisis energética por la que pasaba y pasa Europa, con la invasión rusa a Ucrania.
- El acuerdo empezó a consolidarse en octubre de este año, cuando los tres países (Francia, España y Portugal) hablaron por primera vez de un "corredor de energía verde". Se llamaría BarMar y comunicaría por mar Barcelona y Marsella. Transportaría, en un primer momento, gas natural, para después, decían, poder usarse para transportar hidrógeno líquido. Algo que despertó las alarmas de las principales asociaciones ecologistas, que criticaron que se siguiese apostando por el sector gasista en un contexto de cambio climático y de descarbonización.
El resultado final.
- Solo transportará hidrógeno verde.
- Constará de un hidroducto que conectará Celorico da Beira, en Portugal, con Zamora. Y otro que hará lo mismo entre Barcelona y Marsella, en Francia. Tal y como ha recalcado el propio Macron, "será una forma de contar con una red eléctrica integrada europea".
- La infraestructura tendrá un coste total, según ha anunciado hoy Sánchez, de 2.500 millones de euros.
- Servirá para transportar el 10% de todo el hidrógeno verde que, teóricamente, usará la Unión Europea en 2030. Según sus objetivos de neutralidad climática para 2030 del plan RePower EU, el continente tiene como objetivo importar 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable y producir otras 10 millones.
¿Por qué solo transportará hidrógeno? Los expertos han dudado que una infraestructura dedicada al gas natural, sirva posteriormente para transportar hidrógeno, ya sea gris, o verde. Pero existe también un componente económico: al tratarse de un ducto destinado a una energía renovable, la Unión Europea podría financiar hasta el 50% de su coste. Así lo ha adelantado la presidenta de la Comisión Europea esta mañana: que transporte hidrógeno verde "lo hace elegible para optar a un apoyo financiero europeo".
Una apuesta rentable. Que elimina el calificativo de la Península Ibérica como "isla energética". Sería la primera gran interconexión entre esta y el resto de Europa. Según Von der Leyen, "la Península Ibérica está destinada a convertirse en uno de los principales centros energéticos de Europa". Unas palabras que ha acompañado el presidente portugués con que "reforzará (la Península Ibérica) como productora y exportadora de energía para el conjunto de Europa".
¿Qué es el hidrógeno verde? Aquí un apartado dedicado al concepto científico como tal. El hidrógeno actual es el comúnmente conocido como "hidrógeno gris". ¿Por qué se llama así? Porque procede de la mezcla de combustibles fósiles (normalmente, gas natural) y vapor de agua. El resultado de esos procesos químicos genera una gran cantidad de CO2. Esta es la principal diferencia con el "hidrógeno verde", o "hidrógeno renovable" que, para se crea a partir de fuentes renovables, "con lo cual, haríamos una producción climáticamente neutra que nos ayudaría a los objetivos de París y a los objetivos de cambio climático", en palabras de José Luis de la Cruz, Director del Área de Sostenibilidad de la Fundación Alternativas.
¿Cuáles serán sus usos? Puede que nos suene menos, pero el hidrógeno tiene una gran variedad de usos para la industria química, o metalúrgica, no solo como fuente de energía.
- En el mundo industrial, "se utiliza tanto en los procesos de refino de hidrocarburos", nos ha explicado de la Cruz. "Pero también tiene una aplicación química para crear amoníaco, metanol, en la fabricación de fertilizantes, o de plásticos", añaden.
- En el sistema energético, ese mismo hidrógeno renovable puede usarse como fuente de energía: "Por ejemplo, para la industria metalúrgica, que necesita muchísima energía para producir acero, pues el hidrógeno sería esa fuente de energía, ahora limpia".
- En la movilidad, no tiene usos todavía, pero sí que se está investigando para mejorar su utilidad, según nos ha contado de la Cruz. "Va a tener que madurar mucho más, pero tendrá una aplicación fundamental en la movilidad por carretera, por ferrocarril, para dejar el uso de locomotoras diésel; y luego, por supuesto, para el transporte marítimo y la aviación", indican.
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