Lorenzo lleva una semana viviendo en Budapest. Teletrabaja por la mañana y, por la tarde, aprovecha para visitar la ciudad y pasear por los mercadillos navideños de la capital húngara. Sin prisa. Un turismo, más como local que como aficionado por unos días. Luego, alquilará un coche para ir a Belgrado y a Sarajevo.

Y todo, por cero euros. Simplemente con una suscripción anual a la plataforma de intercambio de casas 'Home Exchange', con la que puede poner su casa a disposición su vivienda en Madrid, a cambio de poder viajar donde quiera durante un año. "Un mes en un hotel para según qué persona, no es algo muy asumible", nos cuenta. En su caso, "vives en el sitio, sin tener que ir a un hotel y tu casa la aprovecha otro. Tiene una cosa ahí colaborativa que es muy interesante".

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Es lo que está haciendo Raquel con su piso en Boadilla del Monte, Madrid. "En Navidades, vamos a irnos unos días a esquiar y una familia de Bilbao, cuya abuela vive en Madrid, para estar más cómodos, se quedan en nuestra casa". Porque no es obligatorio viajar para hacer turismo, sino para muchas otras razones. "Vas a comprar el pan donde lo compra la gente del barrio, por ejemplo. Es una experiencia diferente porque no te sientes como un turista. Los anfitriones te hacen recomendaciones de dónde ir a comprar, a comer, o qué cosas hacer en esa zona".

  • Una comunidad, la de 'Home Exchange', que ya cuenta con más de 100.000 miembros en todo el mundo, de los cuales más de 13.000, según la plataforma, son españoles. "Esto abre muchísimas posibilidades de dónde ir y cómo gestionar la visita, porque los anfitriones ya conocen cómo funciona la experiencia", nos cuenta Lorenzo. "La propietaria de este piso (el de Budapest en el que se aloja Lorenzo) ya ha hecho más de 60 intercambios".

¿Cómo funciona? La forma más común de usar esta plataforma es a través del intercambio de viviendas para el mismo periodo vacacional. Es decir, cuando unos inquilinos deciden viajar a algún sitio, buscan una casa por la zona con unos propietarios que quieran usar ese alojamiento para esas mismas fechas. Una coincidencia que, muchas veces, es muy complicado encontrar. Por eso, existe la posibilidad de cambiar tu casa por puntos: en aquellas situaciones en las que el propietario de la vivienda a la que vas no quiera intercambiar tu casa para esas mismas fechas por cualquier razón, recibirá automáticamente una serie de puntos (calculados en base a la vivienda que ofrece) que podrá gastar en futuros viajes.

  • Viajar de forma ilimitada por menos de 200 euros al año. "Puedes pasar una semana en la playa, o una semana en la nieve, o tres semanas en Nueva York; y no tienes que abonar nada del alojamiento", nos explica Pilar Manrique, portavoz de 'Home Exchange'. Es una función básica con la que cuentan todas estas plataformas de intercambio de viviendas.
  • Pagas una suscripción anual por entrar a formar parte de la comunidad de usuarios de la web y, a cambio, puedes viajar todas las veces que quieras durante un año, siempre y cuando encuentres a una persona que esté dispuesta a ofrecerte su vivienda en las fechas que a ti te interesan. "La plataforma de 'Home Exchange funciona con una suscripción anual de 149 euros, pero luego los intercambios se realizan sin ningún tipo de transacción económica entre las familias", asegura Manrique.

Una opción para los que buscan algo más que turismo... y algo menos que vivir en otro país. Lorenzo lo tuvo claro desde un primer momento: "hace como tres años, intentando ver opciones de teletrabajo, empecé a buscar qué opciones había por ahí de viajar lo más barato posible, o vivir en sitios que fueran diferentes a Madrid. Entre ellas, encontré Home Exchange, que es una forma muy fácil de tener una especie de casa portátil. Tú tienes una casa en Madrid, pero tú realmente puedes estar viviendo en cualquier sitio. Porque alguien va a la tuya mientras tú estás en otra".

  • Para aquellas personas que buscan viajar durante un tiempo, lo suficientemente largo como para que un hotel les salga demasiado costoso, y lo suficientemente corto como para que un alquiler les salga demasiado aparatoso y, también, demasiado caro; esta es su opción ideal. "Hay una forma ahí en el medio de, no son ni vacaciones, ni un alquiler de larga estancia. En este tipo de plataformas, hay mucho perfil de gente que le pasa lo que a mí: me quiero ir veinte días a algún sitio, que está en medio de ser turista y vivir en una ciudad", explica Lorenzo.

Un turismo más responsable. Y menos masificado. Basado en una forma de viajar que aprovecha las infraestructuras ya existentes y que se centra en aprovechar el ambiente de los propietarios que ofrecen sus casas. "Estamos contribuyendo a un turismo más distribuido, donde están las casas reales. Te permite un turismo más tranquilo, más despacio, para disfrutar de pequeñas cosas que, de otra forma, no se podría", nos cuenta Manrique.

Una moda imparable. Pilar Manrique asegura que la pandemia, contrariamente a lo que hizo con el sector del turismo tradicional, ayudó a asentar el modelo de intercambio de casas. "En esa situación, la confianza y la comunicación eran muy importantes. Las familias necesitaban saber qué estaba ocurriendo en los lugares a los que viajaban y, en este caso, como la comunicación era directa con los anfitriones, era muy fácil preguntar". Las previsiones para estas Navidades son un 8% superiores a las de 2019, sin contar diciembre. Este año ya hay reservadas 25.168 pernoctaciones, mientras que en 2019 se realizaron 23.284 y el año pasado 16.591.

  • Las previsiones para 2022, según la propia plataforma, superan en un 28% las que se produjeron en 2019.