Este descenso se ha debido a que los precios de los medicamentos y otros productos farmacéuticos, así como de la electricidad, han tenido en julio subidas inferiores a las del mismo mes de 2012. En abril, el IPC estaba en el 1,4 %, después de haber bajado respecto a marzo un punto porcentual. En mayo se rompió la tendencia bajista y se apuntó tres décimas, hasta el 1,7%. En junio, el alza fue mayor, ya que el IPC se disparó hasta el 2,1%.
Ese incremento de cuatro décimas de junio se debió a la subida de los precios de los carburantes y lubricantes y, en menor medida, de los alimentos y las bebidas no alcohólicas. Ahora el 1,8% de julio supone volver a tasas cercanas a junio de 2012, cuando el IPC estaba en el 1,9%.
Por lo que respecta a la evolución en lo que llevamos de año, en febrero el IPC subió una décima, hasta el 2,8%, y desde ese mes no había parado de bajar: en marzo el 2,4% y en abril el 1,4%. Esa tasa del 1,4% era la más baja desde marzo de 2010 y se debió principalmente al descenso de los precios de la electricidad y los carburantes.
En cuanto a la evolución de la tasa mensual, los precios de consumo descendieron en julio el 0,5% respecto a junio, según el indicador adelantado. Si se compara con el mismo mes de un año antes, en julio de 2012 la evolución fue negativa (del -0,2), mientras que en 2011 fue del -0,5, en 2010 del -0,4% y en 2009 del -0,9%.
El INE ha publicado también hoy el indicador adelantado del IPC armonizado (IPCA), que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro, según el cual, la inflación interanual se situó en el 1,9%, lo que supone una bajada de tres décimas respecto al mes anterior.