Decisión inédita
El Gobierno lanza la consulta pública sobre la OPA de BBVA a Sabadell hasta el 16 de mayo
Los detalles A partir del 16 de mayo, el Gobierno tendrá otra semana para analizar la información de la consulta y decidir si eleva o no esta operación al Consejo de Ministros para introducir condicionantes.

El Gobierno lanza la consulta pública que Pedro Sánchez anunció este lunes sobre la OPA de BBVA para adquirir el Banco Sabadell. Durante siete días hábiles, hasta el próximo 16 de mayo, cualquier ciudadano, empresa o asociación podrá pronunciarse sobre la operación propuesta por el Consejo de Administración del BBVA tras haber recibido la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
"Esta iniciativa está alineada con la normativa vigente y es respetuosa con el procedimiento, plazos y con las competencias de todas las instituciones involucradas en el proceso. Al igual que en otras consultas públicas en nuestro marco normativo, pueden participar aquellos ciudadanos, organizaciones, asociaciones y agentes económicos que puedan verse afectados por la operación", ha explicado en una nota pública el Ministerio de Economía.
A partir del 16 de mayo, el Gobierno tendrá otra semana para analizar la información de la consulta y decidir si eleva o no esta operación al Consejo de Ministros para introducir condicionantes. Si decide hacerlo, el Ejecutivo dispondrá de un plazo de 30 días para marcar esas posibles limitaciones.
Esos condicionantes podrían coincidir con los dictaminados por la CNMC, que aprobó la OPA con el compromiso de que BBVA mantendrá abiertas las sucursales que se ubiquen en zonas con menos competidores o mantener las condiciones de los contratos que ya se han firmado.
Un proceso inédito
Esta consulta pública será la primera que se promueve desde el Gobierno en relación con una operación corporativa. Con ella, el Gobierno podría reforzarse para poner trabas a la operación de BBVA, ya que, según explica el Ejecutivo, una mayor concentración en el sector bancario podría suponer una amenaza para los usuarios del sector financiero, haciendo que se vean afectados por la disminución de la oferta y por una posible subida de los tipos de interés.