El exdirector de Caja Madrid en Linares despedido de forma fulminante por dudar de las preferentes podría ser ahora una prueba fundamental en la acusación contra Blesa.
Antonio Gómez fue despedido en 2007 por criticar el producto financiero de Caja Madrid. Incluso llegó a poner dinero de su bolsillo tras sufrir amenazas físicas de los preferentistas: "Me decían que tranquilo, pero yo tenía todos los días a los clientes ahí con amenazas, que llegaron a ser bastante fuertes".
Antonio Gómez ha vivido un drama desde que decidió no engañar a los clientes. Su historia se conoce ahora por los correos de Blesa: "Blesa me dijo que iba a solucionar el problema".
Para el abogado del movimiento 15MpaRato, la historia de Antonio Gómez demostraría que, aunque los problemas derivados de las preferentes se conocían en 2007, Blesa y su equipo siguieron vendiendo el producto a sabiendas de que era un fraude para los pequeños ahorradores. "Dejaron a los directores de sucursal a los pies de los caballos", afirma Juan Ignacio Moreno.
En 2009 después de la denuncia del exdirector de Linares, Caja Madrid colocó 3.000 millones de preferentes.