Autoridades de Estados Unidos han demandado a Facebook por "monopolio ilegal" y piden a los tribunales que obliguen a la empresa de Mark Zuckerberg a deshacerse de Instagram y WhatsApp, dos de sus aplicaciones estrella.
La arremetida contra Facebook supone un nuevo paso en la batalla abierta por las autoridades estadounidenses contra los gigantes de Internet, después de la demanda presentada en octubre contra Google por presuntas prácticas monopolísticas de su buscador.
La preocupación por el poder que han acumulado algunas compañías de Silicon Valley ha ido creciendo en los últimos años y se ha convertido en una de las pocas áreas en las que parecen coincidir demócratas y republicanos.
Este miércoles, tras más de año y medio de investigaciones, fiscales generales de 46 estados gobernados por ambos partidos se unieron para presentar una demanda conjunta, interpuesta en paralelo a otra de la Comisión Federal del Comercio (FTC, por sus siglas en inglés).
Las dos acciones, aunque diferentes, se basan en una misma idea: que Facebook ha violado las normas antimonopolio con su agresiva estrategia de adquisiciones, algo que le ha permitido controlar a posibles competidores y dominar por completo el mercado.
"Durante casi una década, Facebook ha usado su dominio y poder de monopolio para aplastar a rivales más pequeños y terminar con la competencia, todo en perjuicio de los usuarios cotidianos", señaló la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, que lidera la demanda estatal.
Según James, "en lugar de competir en base a los méritos, Facebook usó su poder para suprimir la competencia y así poder aprovecharse de los usuarios y ganar miles de millones convirtiendo los datos personales en una vaca lechera".
Instragram y Whatsapp
Los dos casos emblemáticos de esta estrategia sonlas adquisiciones de Instagram y WhatsApp, que con sus rápidos despegues se convirtieron en grandes amenazas para Facebook en el ámbito de las redes sociales y la mensajería instantánea.
En 2012, la empresa de Mark Zuckerberg desembolsó unos 1.000 millones de dólares para hacerse con Instagram. Dos años después, pagó 19.000 millones por WhatsApp.
Ahora, las autoridades de Estados Unidos -que en su día aprobaron las adquisiciones- quieren que se obligue a Facebook a deshacerse de las aplicaciones, que figuran entre las más usadas del mundo.
Facebook ha usado su dominio y poder de monopolio para aplastar a rivales más pequeños y terminar con la competencia, todo en perjuicio de los usuarios cotidianos
La FTC señaló en un comunicado que busca que los tribunales federales fuercen a la empresa a vender activos, incluidos Instagram y WhatsApp, a dejar de imponer condiciones contrarias a la competencia a los desarrolladores que usan sus plataformas y a tener que recibir aprobación previa para todas sus adquisiciones.
En las demandas, las autoridades señalan que el rápido crecimiento de Instagram -fundada en 2010 y que aprovechó perfectamente la generalización de teléfonos inteligentes con mejores cámaras- fue visto por Facebook como una “amenaza existencial” para su poder monopolístico.
Tras tratar inicialmente de competir, Zuckerberg decidió que estaba “muy detrás” de Instagram en su terreno y que era mejor estrategia "considerar pagar mucho dinero" por la aplicación de compartir fotos en un esfuerzo por "neutralizar a un competidor potencial".
Finalmente, Facebook pagó 1.000 millones de dólares por el negocio, cuya valoración era aproximadamente la mitad y que por entonces aún no tenía ingresos.
En 2014, la empresa californiana usó una estrategia similar con WhatsApp, que había acumulado ya millones de usuarios y amenazaba su posición en el mercado de la mensajería instantánea, y a la que convirtió en su mayor adquisición.
Batalla legal
A priori, las demandas presentadas este miércoles serán solo el primer paso de una batalla legal que se prevé larga y en la que Facebook contará con recursos económicos casi infinitos para poder montar una defensa efectiva.
Entre enero y septiembre, la empresa estadounidense facturó casi 58.000 millones de dólares, con unos beneficios de prácticamente 18.000 millones, un 61% más que el año anterior gracias al aumento de la publicidad 'online' durante la pandemia.
Facebook siempre ha negado un comportamiento monopolístico y este miércoles, en una primera reacción, ya mostró su intención de plantar cara al Gobierno federal y a los estados.
"Tras haber aprobado nuestras adquisiciones hace años, ahora el Gobierno quiere un segundo intento sin importarle el impacto que un precedente así tendría para el conjunto de la comunidad empresarial o para la gente que elige usar nuestros productos cada día", indicó la red social en un comunicado.
El caso amenaza con marcar las fusiones tecnológicas, que han continuado a buen ritmo en los últimos años, sobre todo si las autoridades tienen éxito y logran forzar a Facebook a deshacerse de algunas de sus aplicaciones más populares.
Tras conocerse las demandas, las acciones del gigante de internet cayeron con fuerza en Wall Street y terminaron la sesión con una bajada del 1,93 %.
Respiro para el motor
Inyección multimillonaria: Stellantis y CATL invertirán 4.100 millones en la mayor fábrica de baterías de España
¿Por qué es importante? Esta inversión representa un paso significativo en la estrategia de Stellantis para ofrecer vehículos eléctricos más accesibles, mientras que la china CATL busca fortalecer su presencia en Europa.