Irene O'Shea, que tiene 102 años, se lanzó desde más de 4.200 metros de altura para convertirse en la persona más mayor en tirarse en paracaídas.

El histórico salto se realizó en Langhorne Creek (Australia), y el objetivo de Irene era dar visibilidad a los enfermos de la enfermedad de la neurona de motor, enfermedad de la que murió su hija con 67 años.

Irene O'Shea, que reside en Athelstone, saltó por primera vez en paracaídas para celebrar sus 100 años: "Posiblemente saltaré el año que viene, y si vivo lo suficiente... saltaré en paracaídas con 105 años", explicó Irene.