Durante las ATP Finals, la más que prestigiosa Copa de Maestros, se produjo un hecho inédito hasta la fecha en el mundo del tenis. El ganador, Daniil Medvedev, conquistó la Copa tras vencer al número 1 del mundo, Novak Djokovic, en la fase de grupos; al número dos, Rafael Nadal, en las semifinales, y al número tres, Dominic Thiem, en la final.
A pesar del increíble logro, unido a la cuantiosa suma que ingresa por la victoria, el tenista ruso de 24 años no celebró la victoria. De hecho, se sacó una pelota del bolsillo y, con rostro serio, se dirigió a la red para saludar a Thiem.
Tras el partido, le preguntaron el porqué de su actitud, a lo que Medvedev contestó afirmando que era pionero en ello: "En el tenis creo que probablemente sea el primero, en el fútbol he visto jugadores que no celebran".
Sobre cuándo decidió dejar de celebrar las victorias, el flamante ganador de la Copa Masters señaló: "Lo decidí durante el Abierto de los Estados Unidos, cuando tuve dificultades con el público. No celebro mis victorias. Eso es lo mío y me gusta".
El partido en cuestión se remonta a la tercera ronda del Abierto de los Estados Unidos contra Feliciano López. Daniil fue abucheado por su comportamiento durante los encuentros, hasta que en la contienda frente al tenista español se encaró a la grada y les dedicó una vergonzosa peineta.
Logró acceder a su primera final de Grand Slam, donde curiosamente cayó frente a Rafa Nadal, pero desde ese momento decidió que las celebraciones se quedarían a un lado. De hecho, llegó a agradecer la motivación extra que supuso las críticas del respetable. Lo que es ineludible es que Medvedev, junto a Thiem y Tsitsipas, encabeza la nueva camada de jóvenes tenistas que ya es más presente que futuro.