Celeb Dressel fue el nadador más destacado de los pasados Juegos Olímpicos. Logró cinco oros en cinco estilos diferentes y, además, batió dos récords. La consecución de objetivos en el deporte es crucial. Pero, ¿y luego qué? Después de los éxitos pueden arribar momentos oscuros.

Como en el caso del nadador estadounidense, que ha hecho publica su depresión tras las cinco medallas en los Juegos Olímpicos de Tokio. "Me sentía perdido. Necesitaba ayuda, hablar de ello con la gente porque quería dejar el agua, que era el único sitio donde me encuentro a gusto. Fueron unos meses desagradables", menciona Dressel a 'USA Today' en una entrevista.

En su caso, la depresión proviene de una autoexigencia excesiva. A pesar de haber logrado dos récords mundiales, no se fue satisfecho con su buen hacer en los Juegos Olímpicos. "No era justo conmigo. Gané cinco medallas en la competición más importante pero me fui con la sensación de que debía haber sido más rápido en ciertas pruebas", comentó Dressel, que sufrió ansiedad antes de acudir a Tokio.

En ese par de meses "bastante miserables", Dressel se borró de la International Swimming League y no asistió a los Mundiales de piscina corta. A diferencia de Michael Phelps, cuya depresión derivó en adicciones al alcohol y conductas suicidas, este realizó cambios en su equipo, lo que le ha ayudado a superar esta situación. En la actualidad tiene nuevos entrenadores, dejó a Gregg Troy y se ha unido al equipo de la Universidad de Florida.

Ahora, Dressel se siente como un "entrenador en el agua". "Quería poder mirar al niño de primer y segundo año a mi lado y decir 'oye, prueba esto. Buen trabajo en eso'", indica el nadador, de 25 años, que ha vuelto a la competición. Se ha clasificado para el Mundial de Budapest en tres pruebas individuales y puede comeptir en otras cinco más, las de relevos. Ha sido el mejor nadador norteamericano y ha realizado las mejores marcas del año.