Estados Unidos vuelve a estar en el foco de la violencia. Un niño de 11 años ha disparado a dos compañeros suyos de equipo después de una discusión sucedida durante el entrenamiento de fútbol americano en Orlando, Florida.
Las imágenes muestran como el chico marcha enfurecido hacia el coche de su madre, de donde saca una pistola que posteriormente usa para disparar a dos de sus compañeros.
Uno de los niños fue herido en el brazo y el otro en la espalda. La madre de una de las víctimas avisó del altercado en una llamada a emergencias: "¡Han disparado a mi hijo, en la espalada!".
Algunos testigos aseguran que lo que causó la reacción del chico fue que los otros dos niños le habían pegado durante el entrenamiento. Otros dicen que estaban peleándose por una bolsa de patatas.
Sea como fuere, el autor del crimen ha sido acusado de un delito de intento de asesinato en segundo grado. Afortunadamente y a pesar de los disparos, ambas víctimas están bien.