Kevin Escoffier, patrón de la embarcación 'IMOCA60 PRB' ha sido rescatado sano y salvo por el 'Yes we Cam' de Jean Le Cam a 1.100 km al oeste del Cabo de Buena Esperanza. Todo ello tras once horas de verdadera angustia.

Según ha informado su equipo, Escoffier apareció sonriendo y envuelto en su traje de supervivencia junto a su rescatador. Una sonrisa que mantenía a pesar de haber vivido un infierno: once horas sobre su balsa salvavidas.

Tras activar la baliza de socorro, se inició entonces el rescate por parte de Jean Le Cam, que se encontraba a unos 40 kilómetros del lugar. Tras horas de búsqueda en mitad de la noche y con un oleaje de hasta cinco metros, Le Cam localizó a Escoffier y pudo rescatarle.

Hasta tres patrones que competían en la zona fueron desviados para dar con el desaparecido: Boris Herrmann (SeaExplorer - Yacht de Monaco), Yannick Bestaven (Maître CoQ IV ) y Sébastien Simon (ARKEA PAPREC).

"Lo que pasó fue surrealista, el barco se dobló sobre sí mismo tras impactar con una ola a 27 nudos (52 km/h). Escuché un crujido pero, sinceramente, no necesité oír el ruido para entender lo que había pasado. Miré la proa y estaba formando un ángulo de 90°. En cuestión de segundos había agua por todas partes, la popa del barco estaba bajo el agua y la proa apuntaba hacia el cielo", explicó el propio Escoffier.

"No pasaron ni dos minutos en estar todo inundado. Fue extremadamente rápido, salí a cubierta, me puse el GST (traje de supervivencia) lo mejor que pude. Vi humo, la electrónica ardiendo y todo se apagó. El único reflejo que tuve fue agarrar el teléfono para enviar el mensaje y el ya referido GST. Quería coger la bolsa de apoyo (bolsa de supervivencia) pero no lo logré porque el agua estaba subiendo rápidamente", detalló.

"En ese instante no me pude tranquilizar. Estás en una balsa con 35 nudos (68 km/h) de viento y eso no es nada tranquilizador. Solo me tranquilicé cuando vi a Jean Le Cam. Pero el problema era cómo dejar la balsa y subir a bordo de su barco. Nos dijimos dos o tres palabras a distancia, pero el mar encrespado y el oleaje hizo que se viese obligado a alejarse un poco y luego vi que se quedaba en la zona. Me quedé en la balsa hasta altas horas de la madrugada, pasaron diez horas y entonces apareció Le Cam", sentenció.