La situación de Honda es absolutamente desastrosa. En el Gran Premio de Gran Bretaña volvieron a confirmar su mal momento: Pol Espargaró fue decimocuarto y Stefan Bradl, sustituto de Marc Márquez, terminó en la decimonovena posición.

Tras la carrera Espargaró alzó la voz y pidió explicaciones a su equipo. Unas explicaciones que parecen no llegar: "Lo que me molesta es que Honda no se pronuncia, que no hay reacción. No veo que Honda esté muy preocupada".

"No sé qué interpretar. Lo peor es que un fabricante como éste no muestre su músculo", afirmó el piloto en declaraciones que recoge 'Motorsport'.

"Hace cinco años parecía impensable que las marcas japonesas se desharían poco a poco, y que las italianas volarían. Era algo que no se podía prever. El problema es que no tengo ni idea de qué piensa Honda, no sé si lo que está pasando aquí llega a Japón. A simple vista no lo parece porque no estamos recibiendo el material que necesitamos para mejorar la moto", expresó.

La realidad de Honda es que sólo Márquez logró triunfar con esa motor. Pero desde su fatal accidente en Jerez, cuando comenzó una etapa muy dura para él plagada de operaciones en su brazo derecho, ningún piloto ha logrado entender la moto.

De hecho Márquez, a pesar de estar ausente después de su última operación, es el primer clasificado del equipo Honda en la clasificación: decimocuarto con 60 puntos. Espargaró, que este fin de semana alzó la voz contra su escudería exigiendo explicaciones, es decimoséptimo con apenas 42 puntos.

Una situación más que complicada para el equipo japonés, último en la clasificación de constructores. Mucho trabajo tendrán que hacer si quieren dar a Márquez una moto acorde a su nivel cuando esté de regreso.