Marc Márquez, después de dos carreras difíciles en Indonesia y Australia, volvió a reencontrarse un poco en pista con una sexta posición en la carrera del Gran Premio de Tailandia, aunque se benefició de la sanción de tres segundos de Aleix Espargaró porque el '93' había pasado por meta séptimo.

Y este resultado, reconocido por el propio Márquez tras la carrera, ha sido gracias a una actitud ofensiva en pista ya que no tenía otra opción: "Ha sido una carrera intensa. He salido guerrero hoy porque con el neumático duro de detrás no sabía qué era lo que iba a pasar, pero bueno, el asunto estaba en que si no atacaba me pasaban. Si no atacaba al de delante siempre, cuando salía de la curva uno o de la tres, me pasaba alguna moto, fuera quien fuera el de detrás".

"Me veía obligado a atacar para defender, porque ya dicen que la mejor defensa es un buen ataque", añadió.

A pesar del resultado, el ocho veces campeón del mundo no acabó satisfecho con el resultado: "No, hoy hemos soplado flojito la flauta, no ha sonado muy fuerte, porque al final no hemos salido a inventar. Cuando escoges una opción de neumático como el resto, que es más conservadora y ya se ha visto esta temporada que cuando utilizamos el compuesto duro trasero siempre a nosotros nos afecta un poquito más el rendimiento, sí, es más constante, pero somos menos rápidos, y hoy hemos ido a asegurar".

"Necesitaba para mi mentalidad un fin de semana estable como el que he conseguido este fin de semana, ir de menos a más. Os lo dije y no os engaño después de Mandalika que necesitaba volver a coger confianza. En Phillip Island otra vez tuve dos caídas, con un circuito raro, una carrera rara el sábado y aquí este fin de semana he ido de menos a más, sin mirar resultados y sacando el ciento por ciento de cada situación sin volverse loco", concluyó.

Con la carrera de Tailandia terminada, a Márquez solo le quedan tres grandes premios más encima de una Honda antes de abandonar la estructura japonesa y subirse en el test de Valencia a la Ducati del equipo Gresini.