Con 28 victorias de etapa en el rally más duro del mundo, Joan Barreda es el tercer piloto de motos de la historia con más triunfos y está cuajando un gran Dakar. Con una clavícula rota, el piloto castellonense ha terminado tercero y es séptimo en la general, a menos de nueve minutos del líder.

“En una zona extrema de navegación saliendo de un río y mirando abajo confirmando un rumbo, de repente estaba volando. Caí en una zona de muchas piedras, rebotando de la velocidad que llevaba”, así relataba Barreda su caída durante la quinta etapa. Además de la fractura de clavícula, tiene golpes en la rodilla, en el costado y en el brazo.

Con dificultad para andar, el de Torreblanca volvió a competir la sexta etapa, con el apoyo de todo su equipo. Hoy, con modificaciones en la moto, el manillar “un poco para atrás” y tras “haber ablandado un poco más la suspensión”, según comenta, continúa en la competición. Hoy, en la séptima etapa, ha sido tercero, a tan solo 2:51 del ganador del día, su compañero de equipo, Nacho Cornejo.

Tras haber pilotado entre lágrimas durante la etapa 6, parece que el descanso del sábado y el trabajo de los fisioterapeutas han dado sus frutos. Para poder seguir compitiendo, Barreda oculta debajo del mono un gran vendaje que ‘inmoviliza’ su clavícula, fracturada en dos partes. “Cuando hago mucha fuerza el hueso me aguanta bien pero si me relajo la fractura se me mueve mucho”, mencionaba el español.

“El dolor es duro”, exclamó, “pero también ir tres semanas al desierto a entrenar solo. Cuando llevas seis meses trabajando como un cabrón en la moto, en el gimnasio, con la bici... y llegas aquí y se fastidia todo, te caen las lágrimas de dolor, pero solo puedes continuar por este grupo, por hacer valer su trabajo”.

Barreda, tras su tercer puesto de la etapa de hoy es séptimo en la general y puede optar a entrar en el podio. Está a 8:33 del líder, Van Beveren.