Todos los pilotos de la parrilla acudieron con el corazón encogido a la zona de periodistas del GP de Baréin, donde preguntaban por el estado de Romain Grosjean. El francés había sido trasladado al hospital con heridas leves, lo que parecía un milagro viendo las tremendas imágenes del incendio que se produjo tras su accidente en la vuelta número 3.

Toda la parrilla elogió el halo, el sistema de seguridad que le salvó la vida al de Haas, y fue Sebastian Vettel el que no se mordió la lengua a la hora de hablar de 'culpables' en todo lo acontecido: los guardarraíles.

"No sé cómo ser sincero, pero obviamente el guardarraíl no debe fallar así. Es positivo que los coches sean más seguros de lo que solían serlo en el pasado, pero el guardarraíl no debería fallar, ni el coche debería incendiarse de esa manera", explicó el piloto alemán de Ferrari.

"Hay muchas precauciones para que el coche que no se incendie, así que no sé qué pasó hoy. Es difícil de decir en este momento, pero lo principal es que salió", comentó Vettel, aliviado, al igual que el resto de sus compañeros, al ver las imágenes de Grosjean abandonando el incendio tras 28 segundos que se hicieron eternos.

El de Ferrari, por último, reconoció que no había sido capaz de ver las imágenes: "No he mirado mucho las imágenes, porque no quería hacerlo". Y volvió a repetir, suspirando: "Lo principal es que salió".

El piloto de Haas colgó en sus redes sociales un vídeo horas después del final de la carrera, tranquilizando a los seguidores de la Fórmula 1 y elogiando de nuevo el halo. De los guardarraíles, sin embargo, y a diferencia de Vettel, no dijo nada.