Gran comienzo de Fernando Alonso en el Gran Premio de Emilia-Romagna. Su mejor resultado en una clasificación en lo que va de temporada: un quinto puesto que incluso pudo ser mejor si Lando Norris no hubiera terminado en el césped al finalizar la Q3.

Alonso marcó un tiempo para colocarse quinto y rozó la tercera plaza. Por delante, Kevin Magnussen y el mencionado Norris. Ambos a 71 milésimas. Una diferencia absolutamente ridícula.

En una clasificación absolutamente loca, plaga de banderas rojas por la dificultad de la lluvia, el asturiano sobrevivió y saldrá quinto en el sprint. Un formato que ya demostró el año pasado que se le da bastante bien. Se esperan grandes cosas el sábado.

Las condiciones cambiarán por completo y se dirá adiós a la lluvia. Y en seco ese nuevo fondo plano colocado en su Alpine A522 debería brillar. Alonso y sus fans se ilusionan para este fin de semana.

Alonso suma dos puntos en este inicio de campeonato y quiere cambiar su suerte. Dos oportunidades tendrá este fin de semana para coger puntos. Esta temporada se ha incrementado la puntuación en los sprints, con hasta 8 puntos para el ganador.

Fue la única buena noticia para Alpine. Esteban Ocon se quedó atascado en la Q1 y ni pudo salir en la última tanda a tratar de evitar la eliminación. Un problema en la caja de cambios fue la causa. Mucho tendrá que remontar el galo.