Charles Leclerc ha hecho autocrítica después de su cuestionable decisión al final del Gran Premio de Emilia Romagna este fin de semana. El público italiano presente en las gradas de Imola esperaba contar con al menos un piloto de Ferrari en el podio, pero Leclerc les dejó con la miel en los labios.

El monegasco tenía prácticamente asegurada la tercera posición, pero la ambición, o quizás el ansía de querer más, le jugó una mala pasada. Mientras perseguía de cerca a Sergio 'Checho' Pérez se fue contra el muro y se tuvo que conformar con el sexto puesto, algo positivo teniendo en cuenta que las consecuencias podían haber sido peores y ni siquiera haber puntuado.

No obstante, el líder del Mundial ha reconocido su fallo: "El error es quizás el enfoque que tienes en esa fase de la carrera pero soy fuerte conociendo las sensaciones y sé cómo corregirlo, este error no lo cometeré otra vez y he tenido suerte porque solo he perdido siete puntos. No volverá a pasar porque cada punto cuenta cuando luchas por el título. ¿Presión? Nada, la tenemos siempre, no solo el domingo de Imola".

El jefe del equipo, Mattia Binotto, defendió en todo momento a su piloto: "Nunca nos arrepentiremos de pedirle a un piloto que empuje, los errores suceden, pero vimos la oportunidad y fuimos a por ella". "Son dos carreras seguidas con error o mala suerte, pero no hay que quitarle presión porque estoy seguro de que es un piloto fuerte y sabe lo que tiene que hacer. No estoy preocupado, para nada. Estas cosas pueden suceder y ya está", añadió.

Y mucho peor fue la situación de Carlos Sainz, que tocado en la primera curva de la prueba por Daniel Ricciardo, no llegó ni a poder competir. Aunque es consciente de que esta vez no ha sido el culpable del mal resultado obtenido: "Es muy simple, en Australia tenía toda la culpa, pero aquí no pude darle más espacio a Daniel".

"Son incidentes opuestos con el mismo desenlace, además no pude dar vueltas en carrera que para mí hubieran sido muy útiles, me he perdido dos carreras. Es una pena que lleguen de forma consecutiva, a lo largo de la temporada estas cosas pasan, pero a mí me ha tocado en dos carreras seguidas", agregó el madrileño.

Sainz confesó que el piloto de McLaren se disculpó nada más bajarse de su monoplaza, y es algo que "le puede pasar a cualquiera". "En ambos años tuve un inicio de temporada duro, se puede comparar, pero los siguientes tres cuartos de temporada fueron buenos. La vida y el deporte son así, confío en que esto puede cambiar muy rápido. Los buenos momentos volverán, en Australia e Ímola la velocidad estaba ahí", concluyó Sainz con la mente puesta ya en la siguiente prueba.