"Desde luego, no nos rendimos en el campeonato. Honda está teniendo un papel muy importante". Son palabras de Helmut Marko, jefe de Red Bull, tras la victoria en Silverstone el fin de semana pasado por delante de los dos Mercedes.

Red Bull está ahí... y quiere más. Quiere el título mundial. El sobresaliente triunfo de Max Verstappen mete al holandés de lleno en la lucha por el mundial de pilotos, a sólo 30 puntos del liderato que posee Lewis Hamilton.

Se advertía antes del comienzo de la temporada: sólo Red Bull podría plantar cara a Mercedes. Y quizá ni eso. Pero sí, es una realidad. El equipo austriaco está luchando mano a mano con las flechas de plata y quiere acabar con su dictadura en el Gran Circo.

Y Toto Wolff, jefe de Mercedes, lo asume. Ante la pregunta de si Verstappen es una "amenaza" para el título, Wolff contestó contundente: "sí". La clasificación así lo demuestra, con el holandés 'colado' entre sus dos pilotos, Hamilton y Valtteri Bottas, que la semana pasada renovó por una temporada más.

Red Bull y Honda han encontrado la armonía perfecta para alzar la cabeza en una Fórmula 1 que parecía condenada al dominio de Mercedes hasta la entrada del nuevo reglamento en la temporada 2022. Están en la lucha y quieren llegar al final.

Pero no será fácil. A la superioridad, a priori, por parte del coche de Mercedes hay que unirle la ambición de un Lewis Hamilton que este curso podría igualar el número de títulos de Michael Schumacher (siete).

Este próximo fin de semana la parrilla se traslada a Cataluña, donde se disputará la quinta prueba de la temporada. ¿Volverá a dar la sorpresa Verstappen? La emoción parece haber regresado a la Fórmula 1.