Inexperiencia, exceso de ímpetu, normal preocupación de un hijo por un padre... se puede calificar de distintas formas, pero un inocente gesto de Carlos Sainz Jr. le ha podido salir muy caro a su progenitor en el Dakar.

Durante la tercera etapa, a la que 'El Matador' llegó liderando la clasificación, el veterano piloto tuvo que detener su marcha perdiendo 35 minutos para reparar la suspensión trasera izquierda de su Audi T1.

Antes de reanudar la marcha en el kilómetro 213, Sainz Jr. cerró la puerta del coche de su padre, lo que puede considerarse como ayuda externa.

La FIA decidió tomar cartas en el asunto e investigar el caso, pero afortunadamente, dado que Carlos senior no fue quien le pidió ayuda, los comisarios desestimaron la sanción.

"La aparición de un hijo, estando cerca del coche de un competidor y ayudando a cerrar la puerta no es una iniciativa del equipo o del piloto", reza el comunicado.

"Dado que esto no se hizo por iniciativa de un competidor o un piloto, no puede ser reconocido como una violación del reglamento", añade, matizando que "el comportamiento de todos los miembros de la comunidad del automovilismo no debería suscitar ninguna duda".

"De particular importancia es el hecho de que personas muy conocidas en el automovilismo sean un ejemplo para todos los demás", zanja.