Alex Palou ya es, oficialmente, bicampeón del mundo de la IndyCar. El piloto español ha hecho historia en la competición norteamericana tras haber impuesto un dominio para nada habitual en el campeonato. Con cinco victorias en la temporada, Palou ya ha demostrado que, tras cuatro años en la categoría, está listo para dar el paso hacia la Fórmula 1.

La IndyCar, a diferencia de la Fórmula 1, es conocida por contar con una igualdad máxima y por estar competida hasta la última carrera, donde el campeonato se decide entre un gran número de pilotos.

Sin embargo, este año, nada más lejos de la realidad. Palou se ha mostrado con una solidez envidiable y no ha dejado escapar la segunda 'bola de partido' que tenía para convertirse en campeón.

El de Chip Ganassi llegaba a Portland con una ventaja de 74 puntos sobre Scott Dixon, el único que matemáticamente todavía era capaz de pelearle el título. Y es que, si bien es cierto que en ese momento todavía había 108 puntos en juego, para ser bicampeón a Palou le bastaba con terminar por delante de su rival.

Y eso es lo que ha hecho, tras salir en quinta posición y cuajar una gran salida, Palou ha gestionado los neumáticos y el combustible a la perfección hasta hacerse con la victoria y, en consecuencia, con el campeonato. Por ello, cuando se bajó del monoplaza, la celebración fue digna de lo que había conseguido.

Además, es la primera vez desde el año 2007 que un piloto se corona campeón antes de la última carrera. Por ello, con todo su equipo y su familia esperándole, Alex se vio envuelto en una gran fiesta de champagne con sus mecánicos mientras la euforia invadía sus cuerpos y alzaba al cielo de Portland su quinta victoria de lo que va de año.

Ahora, con una carrera más por delante, pero sin nada en juego, Palou ya está centrado en su futuro y no tardará en hablar al respecto. Y es que, envuelto aún en la polémica de haberse desvinculado del equipo McLaren, el barcelonés ya anda en busca de un equipo que le dé la oportunidad de debutar y demostrar lo que vale en el mundo de la Fórmula 1.