De la euforia de Australia a la realidad de Malasia. Marc Márquez venía de conseguir un segundo puesto en Phillip Island, el primer podio tras su última vuelta a la competición, pero en Malasia volvió a la realidad en la que el rendimiento de su moto y su estado físico le permiten estar.

El piloto de Honda se sacó una magnífica vuelta en la clasificación para acabar tercero, pero pronosticó para la carrera una séptima posición que, finalmente, fue lo que obtuvo en Sepang: "No engaño, ayer dije que un séptimo puesto era bueno, y que acabar más adelante era un regalo. Claro que me sabe a poco, pero es lo que hay. Hemos quedado muy lejos del ganador en segundos, que es lo que se mira".

La buena noticia, pese al resultado, es que una carrera con la exigencia física de Malasia no ha afectado en nada a su brazo: "Físicamente me he encontrado bastante bien. Al sufrir y pelearte con la moto, te cansas más y en la vuelta cuatro ya estaba soplando dentro del casco y eso no es bueno. Así que he decidido calmarme un poco. He sufrido más que en Japón, se requiere mucha fuerza en este circuito, pero no ha sido un límite, el límite ha estado en otra parte".

Para cerrar su difícil 2022 solo le queda una carrera, Valencia, la que espera que vaya mejor que Sepang: "Podemos hacerlo mejor que aquí. No he dicho pelear por ganar, es un circuito que me gusta, pero hay pilotos que irán muy rápido. Un top 5 si se cuadra todo es factible".