Quién iba a pensar que un penalti podría suponer un peligro mortal para la afición allí presente... pero sí, a veces pasa. O al menos ya sabemos que es posible y que es mejor ponerse a resguardo cuando alguien se dirija a los once metros. Todo gracias al portero del Nuneaton Borough inglés.
Y es que el arquero, atrevido y con ganas en el encuentro contra el Stratford Town, se vio con confianza para ponerse él delante de su compañero de faenas en el equipo rival y batirle desde el punto de penalti. Sin embargo lo que hizo casi le cuesta caro a varios aficionados.
Porque no solo falló el penalti en uno de los lanzamientos más horribles que se han visto jamás en la historia del fútbol, sino que tal fue su lanzamiento que terminó destrozando la iluminación del campo.
De hecho el foco llegó incluso a caer a las gradas, con el pertinente susto de los chavales que allí se encontraban.
Seguro que echó el cuerpo hacia atrás en el lanzamiento y por eso pasó lo que pasó...