"Tuve muchas peleas cuando era más joven. A veces te golpean y eso no es agradable, pero solía disfrutarlo un poco...". El que habla es Wayne Rooney que ha recordado sus peores momentos cuando era adolescente. Las peleas callejeras se convirtieron en habitual en su vida.

"Recuerdo que me rompieron la mandíbula en Manchester. Yo tenía unos 13 años y un tipo me agarra y me golpea. Él fue a golpearme de nuevo y simplemente me dejé caer, lo atrapé y luego salí corriendo", dice el que fuera estrella del Manchester United.

"Te enseñan que tienes que luchar para sobrevivir. Es casi como si no fueras a recibir ningún favor del Gobierno o de cualquier persona en el poder, así que tienes que construir tu propia forma de vida. Para los niños de esa edad, hay que luchar. A veces eso se desbordó y sucedió", dice en el documental de 'Amazon Prime'.

Incluso llegó a pensar en la muerte: "Mis errores por la bebida podrían haber sido chicas, podría haber sido conducir bajo los efectos del alcohol, algo que hice, podría haber sido matar a alguien... o podrías suicidarte".

El fútbol le salvó la vida

Todo cambió cuando se dio cuenta que el fútbol podía ser su vía de escape. "Recuerdo que en la Eurocopa de 2004, a los 18 años, pensé: 'Soy el mejor jugador del mundo, no hay nadie mejor que yo'. Yo creía eso. Podría haber sido Pelé, Maradona y George Best en el otro lado, no hubiera importado", desvela.

Porque apenas con la mayoría de edad comenzó a deslumbrar en el fútbol inglés. El técnico del Derby County reconoce que pidió ayuda: "Sabía que necesitaba ayuda, para salvarme pero también para salvar a mi familia".