Tiki taka total en el 0-1 del Barça ante el Villarreal. A un toque, rápido, con precisión, Pedri puso el gol tras una acción llena de clase que a buen seguro hizo sonreír a Xavi Hernández en el banquillo de los culés. Porque la jugada fue, directamente, perfecta.

Todo comenzó con Reina tratando de sacar el balón. El cuero cayó en los pies de De Jong. El neerlandés encontró a Raphinha... y el brasileño dio velocidad a la acción.

Encontró a Pedri y el canario, de primeras, se la puso a Lewandowski. Pared perfecta la que le regaló el polaco, que sirvio para que el 8 se quedara completamente solo ante Reina.

En el mano a mano, Pedri no falló y batió al veterano portero del Villarreal.

Fue él quien más inventiva trató de poner al ataque del Barça. Encarando rivales, buscando líneas de pase, tirando desmarques... pero no. No solo no se movió el marcador, sino que el ataque culé no fue precisamente fluido en un segundo acto marcado por las múltiples interrupciones en La Cerámica.

Faltas de unos, faltas de otros... y poco movimiento del cuero. Con todo, alguna ocasión hubo en las botas por ejemplo de Raphinha, en otro mal partido del brasileño, y sobre todo de Chukwueze, que sí batió a Ter Stegen en un tanto anulado por fuera de juego de Yeremi Pino.

Otra victoria por la mínima del Barça en LaLiga, que da otros tres puntos más a un equipo que, a expensas de lo que pase con el partido que el Real Madrid debe jugar ante el Elche, saca ya once puntos a los de Ancelotti.