Javier Enríquez afirma que siguió entregando informes arbitrales al F.C. Barcelona una vez el club terminó la relación comercial, con la esperanza de que siguieran pagándole y llegaran a contratarle.

Así lo defiende en un escrito que forma parte del sumario del 'Caso Negreira' y al que ha tenido acceso laSexta, en el que narra cómo elaboraba informes arbitrales para club y aduce que esteno quiso contratarle directamente para evitar verse vinculado con el hijo de quien entonces era el número dos de los árbitros, José María Enríquez Negreira.

En su escrito, Enríquez hijo declara que "se le propuso la posibilidad" de realizar informes arbitrales para que el primer equipo y el filial del Barça "prepararan mejor sus partidos", pero que el presidente del club y el entonces directivo Josep Contreras le dijeron que no podía ser contratado como persona física "para no vincular al Club con el apellido Enríquez, puesto que su padre era por aquel entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros" y "podría malinterpretarse que un club de fútbol profesional contratara al hijo de un directivo arbitral".

Por este motivo, aduce Enríquez, decidió ampliar la actividad de su sociedad Soccercam SL para elaborar esos informes, que a su vez eran facturados a través de una sociedad de Contreras, Tresep SL, a quien además los entregaba en mano, generalmente en el domicilio del propio directivo o bien en cafeterías y hoteles y "casi siempre" -asegura- dos o tres días antes de los partidos.

El hijo de Negreira recalca asimismo en su escrito que durante los años en que colaboró con el Barça "intentó en varias ocasiones ser contratado directamente por el club sin éxito".

Según su versión, en 2018 Contreras le trasladó que el club podía estar pensando en acabar con su relación mercantil, ante lo que envió un mensaje directamente al entonces presidente, Josep Maria Bartomeu, para evitar que dejaran de contar con sus servicios, sin que sirviera de nada.

A pesar de ello, continúa, durante un mes más siguiendo elaborando informes arbitrales y entregándolos personalmente en la Ciudad Deportiva del Barça con la esperanza de seguir trabajando para el club, e incluso -asegura- pensando en "pasar a hacerlo con un contrato laboral normal", lo cual no llegó a ocurrir.