El Manchester City es el equipo más en forma del mundo. A un paso de ser campeón en la Premier y después de tumbar al Real Madrid, a otro paso de ser campeón de la Champions. Arrasó a los blancos (4-0) en un partido perfecto en el que Thibaut Courtois evitó una goleada escandalosa.
El doblete de Bernardo Silva, Militao en propia puerta y Julián Álvarez completaron la noche. Muy superior el equipo de Pep Guardiola, que disputará su segunda final y tendrá otra oportunidad de reinar en Europa. Será ante el Inter de Milán.
Fue un monólogo del Manchester City en la primera mitad. Courtois evitó que Haaland inaugurara el marcador en los primeros minutos. Y dos veces. Primero rechazó un cabezazo con el cuerpo. Después, con una mano que perfectamente podría convertirse en la parada de la Champions.
El City lo mereció... y lo encontró. Bernardo Silva se convirtió en bigoleador. Primero con un zapatazo a la red. Más tarde con un cabezazo milimétrico al que no pudo llegar Courtois.
Kroos tuvo la más clara del Madrid. La única del primer acto. Disparó desde muy lejos, tocó Ederson y la pelota se estrelló contra el palo. Muy cuesta arriba para el cuadro de Ancelotti.
A la hora de partido, el preparador italiano cambió el plan. Quitó a Camavinga de lateral izquierdo y le colocó en el centro del campo. Retiró a Modric, que hizo un partido terrible. Entró Rudiger, que fue el que mejor marcó a Haaland en el partido de ida del Bernabéu.
Courtois volvió a salvar al Madrid. Otra vez ante Haaland, al que se le resistía el gol. Esta vez en un mano a mano, el portero belga tocó la pelota para que se acabara estrellando en el larguero. Pero Courtois no lo podía parar todo. El Madrid rindió el partido.
En una jugada a balón parada Militao se marcó en propia puerta. Julián Álvarez hizo el cuarto. El más doloroso de todos. Era el final. El City había pasado por encima del Madrid y era el que sacaba billete para la final de Estambul. Buscará, otra vez, su primer Champions. Esta vez ante el Inter de Milán.