Pudo acabar en tragedia, pero afortunadamente no hubo heridos. La grada donde se encontraban los aficionados del NEC Nijmegen holandés cedió. Afortunadamente un contenedor se encontraba debajo y evitó la caída total.
La reacción tanto de los aficionados como de los jugadores ha sido de lo más inesperado. Tras unos segundos de tensión, continuaron celebrando con la grada caída y algunos incluso atrapados.
De no ser por este contenedor situado justo debajo podría haber terminado en tragedia. "Es un milagro que no haya heridos", ha dicho Wilco Van Schaik, presidente del club.
"Me he quedado mudo, por la cabeza me han pasado todo tipo de cosas. El contenedor que había debajo ha impedido males mayores", ha finalizado.