El Derby County está pasando por unos problemas tremendos. El club inglés, uno de los nombres que habitualmente se suelen dejar ver por la Premier League, ha perdido 12 puntos y es último de la Championship con un, ojo, -2 en su casillero. Su entrenador es el legendario Wayne Rooney, que no tiene precisamente una relación fluida con el expropietario de la entidad.
De hecho no se hablan. Y no porque Rooney no lo haya intentado, sino porque Mel Morris no tiene intención de cogerle el teléfono. A él no, pero si es otro número el que aparece no hay problema alguno.
Por ello, Rooney se hizo pasar por el médico del equipo para poder hablar con él: "Lo llamé desde el móvil del doctor y me respondió. A eso sí, pero al entrenador no".
"Desde el 9 de agosto no hablo con él. No he tenido una conversación cara a cara aún. No fue sincero", cuenta el legendario exjugador.
El Derby County está en unos problemas económicos tremendos. El club está hundido, y de poco ha servido lo que el Liverpool ha pagado tras el debut de Kaide Gordon con el primer equipo.
La relación entre entrenador y expropietario no ayuda, ni mucho menos, a que las cosas mejoren y encuentren un cauce que seguir.