Mike Tyson ha encontrado la paz. Tras una vida de excesos, el boxeador ha hablado de cómo hizo para reconducir su vida para, con 55 años, seguir vivo. Y es que él mismo reconoce que llegó a pensar que no viviría más allá de los 40.

Pero sí, y desde 2016, desde que dejó las drogas y el alcohol, es otra persona diferente que incluso ha podido volver al cuadrilátero.

"La marihuana y los hongos alucinógenos me ayudaron a terminar con mi estilo de vida salvaje y a conectar con Dios", cuenta.

Tyson, eso sí, niega que los consuma para ocio: "No es para divertirme. Los consumo desde una perspectiva espiritual".

"Antes siempre salía en los periódicos haciendo algo malo. Ahora ya no me ves de fiesta. Esa ya no es mi vida", sentencia.

El boxeador pasó una época realmente negativa en su vida, cuando incluso se declaró culpable de posesión de drogas y de conducir borracho en 2007.