La muerte de George Floyd a manos de un policía en Minneápolis ha unido a la NBA en sus protestas. Jaylen Brown, de los Boston Celtics, condujo hasta 15 horas para poder estar en Atalanta y liderar, junto a Malcom Brogdon, de los Indiana Pacers, una marcha pacífica para mostrar su indignación con ese suceso racista.

"Ser un jugador de la NBA no me excluye de ninguna conversación. Soy un hombre negro y miembro de esta comunidad. Estamos creando conciencia de las injusticias que vivimos. No tengo todas las respuestas, pero siendo cómo se sienten los demás", dijo Brown.

Jaylen lideró la marcha con un megáfono y con un cartel que decía 'No puedo respirar', palabras que no paró de repetir George Floyd mientras el agente Derek Chauvin tenía su rodilla en su cuello.

La lideró junto a Malcom Brogdon, otro NBA que juega en los Pacers. "Tengo hermanos y hermanas, amigos y amigas, que están siendo detenidos. Día tras día, solo hay discriminación", dijo el escolta.

"Esta es la ciudad más orgullosamente negra del mundo. Estemos orgullosos de eso. Disfrutemos de esto juntos.Tenemos influencia. La gente mirará hacia atrás, lo harán nuestros hijos y dirán que fuimos parte de esto", afirma.

Brogdon echó la vista hacia atrás: "Tengo un abuelo que marchó en los 60 junto con Martin Luther King y estaría orgulloso de vernos aquí. Debemos seguir avanzando. Jaylen ha liderado esto y me siento orgulloso".

La NBA, tanto con jugadores de la actualidad como LeBron James como con los del pasado como Stephen Jackson, ha mostrado su indignación por este caso de brutalidad policial y violencia racista. El segundo, además, era íntimo amigo de George Floyd.