Acciones como las de Andre Drummond hacen recuperar la fe en la bondad social. El pívot de los Cleveland Cavaliers de la NBA acudió este fin de semana a un restaurante en la playa de Florida para comer.

Una vez que pidió la cuenta, que era de 164 dólares, Drummond decidió dejar una propina de 1.000 a los trabajadores del establecimiento.

Lejos de que él mismo lo publicase vanidosamente en sus redes sociales, fue la camarera que le atendió, Kassandra Díaz, la que reveló lo acaecido en su perfil de Instagram.

La chica subió la imagen del recibo acompañada del siguiente mensaje: "No sabía quién era el cliente hasta que vi la propina en una factura de 164 dólares. Cuando me dieron la tarjeta, fui a poner los datos y la información para cerrar la mesa y no podía creerlo".

"No tenía idea de cómo reaccionar, no quería llamar la atención, pero al mismo tiempo no podía describir la cantidad de aprecio que tenía", escribió Díaz.

"Estaba temblando y tenía lágrimas de felicidad después de lo que me dejó", añadió Kassandra, que también recibió la réplica del jugador de los Cavaliers: "¡Gracias por ser increíble!".

Además, por 'penúltima' vez, la empleada quiso agradecerle el gesto al pívot: "Es increíble ver a personas que muestran actos de bondad en estos tiempos inciertos. Esta es una historia que nunca olvidaré, ¡¡¡muchas gracias de nuevo Andre Drummond!!!"