La estadounidense Jill Messick, que trabajó como productora y representante de actores en Hollywood, se ha suicidado a los 50 años, según informó su familia.

Messick padecía depresión y ésta empeoró al verse envuelta en el escándalo sobre la violación a la actriz Rose McGowan presuntamente cometida por el productor Harvey Weinstein.

"Ver su nombre en los titulares una y otra vez, junto al desesperado intento de Harvey por defenderse, fue devastador para ella", dijo la familia en un comunicado.

Messick, que era mánager de McGowan en 1997 cuando supuestamente tuvo lugar la violación, trabajó como productora en la película 'Frida'.

En su nota, la familia comienza diciendo que "el Movimiento", en alusión a iniciativas feministas como 'Time's Up', "ha perdido a uno de los suyos".

"Jill creía en el Movimiento. Apoyaba que cada mujer finalmente pudiera dar un paso al frente para compartir sus oscuras verdades y exponer a aquellos que habían cometido previamente hechos indescriptibles. Era leal. Era fuerte. Jill era muchas cosas, pero no era una mentirosa", escribieron.

A finales de enero, el nombre de Messick llegó a los medios a través de los abogados de Weinstein, que divulgaron un correo electrónico suyo como un intento para echar por tierra las acusaciones de violación por parte de McGowan.

En una entrevista con la cadena ABC, la actriz dijo que los representantes eran parte de una estructura de Hollywood que silenció los casos de agresión sexual.