Los investigadores están visionando las cámaras de seguridad del hotel, donde desapareció una caja con sortijas, pendientes, algunos relojes y gemelos que la joyería Suárez prestó para la gala.

Según la denuncia presentada por el jefe de seguridad del hotel y el jefe de producción de la 31 gala de los premios Goya, la caja con las joyas se encontraba en una de las habitaciones del hotel donde se depositaban otros elementos empleados en la ceremonia, por lo que numerosas personas entraron y salieron de la misma.

De hecho, no fue hasta el lunes -la gala se celebró el sábado por la noche- cuando los operarios se percataron del robo, toda vez que comenzaron a organizar la devolución a las marcas de joyería que habían prestado piezas para los presentadores o invitados de los premios de la Academia de Cine.