El escritor, semiólogo y filósofo italiano Umberto Eco, fallecido a los 84 años de edad, fue, además de uno de los diecisiete intelectuales del Foro de Sabios de la UNESCO y Premio Príncipe de Asturias de Comunicación en 2000, un autor de éxitos literarios como "El nombre de la rosa".

Nacido en Alessandria, en la región de Piamonte (norte) el 5 de enero de 1932, estudió filosofía en la Universidad de Turín donde se doctoró con la tesis 'Il problema estético in San Tommaso', publicada en 1956.

Profesor agregado de Estética de 1962 a 1965 en las universidades de Turín y de Milán, continuó su labor docente en otras universidades de su país como Bolonia, donde fue profesor de Semiótica y catedrático de Filosofía, además de director del Instituto de la Comunicación y del Espectáculo.

Investigador de los complicados procesos de la comunicación e inspirador de modelos interpretativos de la obra literaria, su primera obra de semiótica fue "La structura assente" (La estructura ausente), que publicó en 1968, un trabajo que culminó con el "Trattado di semiotica generale" (Tratado de semiótica general) en 1975.

Otros temas a los que Eco prestó especial atención fueron la crítica literaria y el estudio de la cultura popular. Además de sus trabajos de tipo científico y académico, Eco fue autor de éxitos literarios como "El nombre de la rosa", 1980, premiada en 1981 en Italia con el Premio Strega y el Medicis, en Francia.

Sus últimas novelas fueron "El cementerio de Praga" (2010), en la que cuenta la génesis de los apócrifos Protocolos de Sión y "Número Cero", que vio la luz en 2015, una obra en la que ironiza sobre la manipulación en los medios de comunicación y los límites de la información.

Su conciencia social le llevó a comprometerse en causas humanitarias como la situación en Chiapas en 1995 o la intervención rusa en Chechenia. Eco se mostró muy crítico con la situación de su país durante el gobierno de Silvio Berlusconi, sobre quien afirmó en un artículo de 2009 que el problema de Italia "no es el presidente, sino la propia sociedad italiana que está enferma al permitirle acumular poder".