Los toros de la ganadería de Jandilla han corrido el encierro más rápido de los sanfermines, con una duración de dos minutos y doce segundos, en el que se han visto bonitas carreras que han acabado, en principio, sin heridos por asta de toro.
Los toros han salido hermanados de los corrales de la cuesta de Santo Domingo pero, a los pocos metros, ya tres de ellos se han adelantado para abrir el encierro, rápidos y en fila, hasta la plaza del ayuntamiento, donde se les ha unido un jabonero.
Tras cruzar a gran velocidad la calle Mercaderes han llegado a la curva de Estafeta, donde han patinado ligeramente y donde se han encontrado con un imprudente corredor que estaba apostado en el vallado, justo en uno de los puntos más peligrosos del recorrido.
Volteado por los animales, milagrosamente, el corredor no ha sido empitonado y los toros, con una actitud noble, han seguido su camino por la calle Estafeta, donde prácticamente han volado, algo estirados. En esta calle, la torada estaba dividida en tres bloques, un primero encabezado por un toro negro, seguido por otros dos negros y un jabonero, y al final los mansos acompañados por dos castaños.
En el callejón se han registrado algunas caídas de corredores, sin más consecuencias, y en la plaza, donde los primeros en entrar han dado una pequeña vuelta por la arena, han entrado todos juntos en los chiqueros. Los servicios sanitarios del encierro han confirmado, de momento, un único traslado al Complejo Hospitalario de Navarra, el de un mozo con traumatismo craneal, herido en la plaza del Ayuntamiento.
Los Jandilla, ganadería tradicional en los sanfermines, han hecho un encierro totalmente diferente al del pasado año, cuando tardaron tres minutos y cuatro segundos en completar el trayecto, en el que tampoco hubo corneados, pero sí 5 trasladados al hospital.
Se abre con algunos cambios
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