Manolo ve la vida
caminando, dice que a pie de calle se ven cosas mucho más interesantes: "El otro día en
Madrid, un señor pidiendo en un supermercado, llovía, hacía un frío terrible. Me
dijo que había trabajado 34 años de su vida. Realmente el resultado es que hay
mucha gente sufriendo, gente pasándolo mal y hay que estar por ellos".
García no olvida su origen obrero y lo de los pensionistas le parece una infamia: "Han levantado este
país para que ahora al final de sus vidas les estén repartiendo limosnas".
Asegura que pasa de hacerse fotos con políticos: "No tengo ni
obligación ni ningún interés, no creo que estén tratando bien a la ciudadanía,
nosotros sí que les tratamos demasiado bien".