Al Presidente Ejecutivo de Prisa le parece que la concesión de licencias de televisión es improcedente: "Nos parece un desaguisado y más si se tiene en cuenta el sistema de adjudicación". Pero no siempre ha pensado así. Porque ese mismo procedimiento es por el que, durante años, su grupo de comunicación obtuvo las concesiones necesarias para levantar un auténtico imperio televisivo.

En 1989, el Gobierno de Felipe González otorga a Prisa una concesión especial para ostentar el monopolio de la televisión de pago en España, nacía Canal+. Rosa Conde, portavoz del Gobierno de González en 1989, anunció la licencia a Prisa para un canal de pago.

Prisa también obtuvo la licencia para un canal de información 24 horas, CNN+. Tejió una red de 92 canales locales que en la práctica se convirtió en un nuevo canal de ámbito nacional, aunque sin licencia para ello, Localia TV.

La guinda al pastel llegó en 2005, también tras un consejo de ministros. En 2005, en rueda de prensa, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, informaba de la autorización: "El consejo de ministro autoriza la emisión en abierto de Sogecable". Una polémica ley del Gobierno, permitía a Prisa emitir en abierto a través de la señal de Canal+. Era 2005 y nacía Cuatro.

Todos ellos, proyectos de televisión que ya no existen, o han tenido que ser vendidos. Según todos los expertos, la caída de ese imperio tuvo que ver con UNA decisión, Prisa lanzó una OPA sobre la totalidad de Sogecable.

Con las cuentas arruinadas, Cebrián anuncia el cierre de Localia, vende Cuatro, la joya de la corona, a Mediaset, apaga CNN+ y acaba vendiendo Digital Plus a Telefónica. Ahora, el presidente ejecutivo de Prisa se opone al mismo sistema de concesión de licencias que le permitió levantar un imperio hoy derrumbado.