En total se desplazaron hasta allí unos 100 activistas, todos querían evitar el momento del toro con los cuernos cubiertos por una mezcla de aguarrás y azufre, ardiendo sin tregua durante más de una hora. Algunos de los ecologistas se encadenaron al palo donde se ata al animal en señal de protesta.

Unas imágenes grabadas por los propios activistas en las que reciben golpes, insultos y finalmente porrazos por parte de la policía y de los vecinos del pueblo.

Tania, una de las heridas, tiene la cara morada. Fue brutalmente agredida por un vecino del pueblo:"Cuando salí a la calle me encontré con un señor que llevaba un 'cubata' en la mano. me escupió, me insultó, primero me golpeó en la nariz y luego en el pómulo".

Mientras tanto, en Medinaceli, siguen agarrándose a la tradición de su festejo y dicen que también se sienten agredidos. El Ayuntamiento ha mostrado su descontento y han enseñado cómo amanecieron algunas calles del pueblo, con pintadas y daños.

Los activistas aseguran que sólo ven en esto sufrimiento y aseguran que van a seguir luchando para que este 'maltrato' no se repita. Pacma ha comenzado a recoger firmas para acabar con este festejo en el que se prende fuego a los cuernos de un toro.