Beyoncé lo ha vuelto a hacer, su nuevo disco Cowboy Carter está pulverizando récords tan solo 24 horas después de haberse estrenado. Con este nuevo trabajo, la cantante quiere reclamar las raíces negras de la música country, un tema que se presenta polémico ya que muchos puristas del country pusieron el grito en el cielo después de que la diva colocara la cuna de este estilo musical en el sur de Estados Unidos, concretamente en Texas.

Con Cowboy Carter busca justicia y quitarse una espinita que ya llevaba demasiados años molestándola después de que en los Country Music Awards Beyoncé decidiera invitar al escenario a un grupo country demasiado maltratado en Estados Unidos. Una propuesta que no tuvo muy buena acogida.

De este fracaso nace su nuevo disco en el que hace referencias a Dolly Parton y a Linda Martell, conocida por ser la primera mujer negra en cantar música country. Con este nuevo proyecto también pretende recordar que este estilo musical procede de los esclavos negros y sus banjos africanos. Ellos crearon el country hasta que llegaron los minstrel, esos shows de hombres blancos donde ridiculizaban a los negros y a sus canciones de las que también se adueñaron. De ahí la importancia que Beyoncé le ha dado a devolver el color negro a este estilo musical.