El calentamiento global proyecta sobre Europa cuatro riesgos principales, entre ellos más muertes y personas con estrés por calor, pérdidas agrícolas en la mayoría de las zonas e incremento de incendios, escasez de agua para la población del sur del continente y un aumento de los daños por inundaciones costeras. Así se indica en la segunda entrega del Sexto Informe de Evaluación del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), titulado 'Cambio climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad', y elaborada por 270 autores del Grupo de Trabajo II.
"Este informe es una grave advertencia sobre las consecuencias de la inacción", apuntó el presidente del IPCC, Hoesung Lee, quien añadió: "Muestra que el cambio climático es una amenaza grave y creciente para nuestro bienestar y un planeta saludable. Nuestras acciones de hoy darán forma a cómo las personas se adaptan y la naturaleza responde a los crecientes riesgos climáticos".
El calentamiento global inducido por los seres humanos provoca "alteraciones peligrosas y generalizadas en la naturaleza" y afecta a la vida de miles de millones de personas en todo el mundo, pese a los esfuerzos por reducir sus riesgos, según el informe. Las personas y los ecosistemas menos capaces de afrontarlo son los más perjudicados.
Los riesgos sobre Europa
El IPCC indica que el actual calentamiento global de 1,1ºC más respecto a la era preindustrial "ya está afectando a los sistemas naturales y humanos en Europa" y que "los impactos combinados de las sequías y las olas de calor se han vuelto más frecuentes", sobre todo en el sur del continente. Los científicos han identificado cuatro riesgos climáticos para Europa.
Así, más de un tercio de la población del sur del continente estará expuesto a escasez de agua con un calentamiento de 2ºC y ese riesgo aumentará "considerablemente" en el sur y el centro occidental si las temperaturas suben 3ºC más en comparación con los niveles preindustriales. Además, el número de muertes y de personas en riesgo de estrés por calor aumentará entre dos y tres veces con un calentamiento global de 3ºC en comparación con 1,5ºC, y por encima de 2ºC disminuirá el hábitat adecuado para los ecosistemas terrestres y marinos. "Se prevé que las áreas propensas a incendios se expandan por toda Europa, amenazando la biodiversidad y los sumideros de carbono", apunta el informe.
Otro riesgo climático es que habrá más pérdidas agrícolas en la mayoría del continente durante este siglo, que no se compensarán con los mejores rendimientos en el norte de Europa. Así, el riesgo estará cada vez más limitado por la mejor disponibilidad de agua con un calentamiento superior a 3ºC. Los costes de daños y personas afectadas por las lluvias y las inundaciones de los ríos podrían duplicarse con un calentamiento global de 3ºC o más. Los daños por inundaciones costeras se multiplicarán al menos por 10 a finales de este siglo y el aumento del nivel del mar supondrá una amenaza existencial para comunidades costeras y su patrimonio cultural después de 2100.
La importancia de una acción urgente
Para paliar estos riesgos climáticos futuros, el IPCC propone opciones de adaptación, como mejoras en la eficiencia, reutilización y sistemas de alerta temprana (escasez de agua); construir espacios que gestionen los riesgos de calor y restaurar, ampliar y conectar áreas protegidas (calor); cambios en las prácticas agrícolas y rotación de cultivos (agricultura), y sistemas de alerta temprana, sedimentos u opciones basadas en ingeniería (inundaciones).
Por otro lado, el IPCC subraya que el mundo se enfrenta a múltiples peligros climáticos inevitables durante las próximas dos décadas con un calentamiento global de 1,5°C. Incluso superar temporalmente este nivel de calentamiento dará como resultado impactos severos adicionales, algunos de los cuales serán irreversibles. Los riesgos para la sociedad aumentarán, incluso para la infraestructura y los asentamientos costeros bajos. El informe apunta que el aumento de las olas de calor, las sequías y las inundaciones ya están superando los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, provocando mortalidades masivas en especies como árboles y corales. Estos extremos climáticos están ocurriendo simultáneamente y causan impactos en cascada cada vez más difíciles de manejar.
La mitad de la población mundial vive en zonas "muy vulnerables" al cambio climático
Entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en situaciones altamente vulnerables al cambio climático. De hecho, han expuesto a millones de personas a una aguda inseguridad alimentaria y de agua, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur, en islas pequeñas y en el Ártico. Además, las extinciones de poblaciones locales causadas por el clima han sido generalizadas entre las plantas y los animales, detectadas en un 47% de las 976 especies examinadas y asociadas con aumentos en las temperaturas anuales más altas.
En cuanto a las especies endémicas y en todos los escenarios climáticos y periodos de tiempo evaluados, están en peligro de extinción por el cambio climático el 100% en las islas, el 84% en las montañas, el 54% en los océanos y los mares (especialmente el Mediterráneo) y un 12% en los continentes.
Para evitar una creciente pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura, se requiere una acción ambiciosa y acelerada para adaptarse al cambio climático, así como reducciones rápidas y profundas en las emisiones de gases de efecto invernadero. Hasta ahora, el progreso en la adaptación es desigual y hay brechas cada vez mayores entre las medidas tomadas y lo que se necesita para hacer frente a los riesgos crecientes, según el nuevo informe. Estas brechas son mayores entre las poblaciones de bajos ingresos. “Este informe reconoce la interdependencia del clima, la biodiversidad y las personas e integra las ciencias naturales, sociales y económicas con más fuerza que las evaluaciones anteriores del IPCC”, indicó Hoesung Lee, quien agregó: “Enfatiza la urgencia de una acción inmediata y más ambiciosa para abordar los riesgos climáticos. Las medias tintas ya no son una opción”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha urgido a los países a actuar de forma decidida y con intensidad en adaptación y en mitigación contra el cambio climático porque retrasar la acción supone "muerte". Así, ha advertido de que este nuevo documento revisa que las personas y el planeta están siendo "atrapadas por el cambio climático", confirma que la humanidad está en riesgo "ahora"; que muchos ecosistemas están ya en un punto de no retorno ahora; que la contaminación por carbón se está produciendo "ahora". En un tono tajante ha denunciado que la abdicación del liderazgo es criminal y ha acusado a los grandes contaminantes de ser los culpables. Así, Guterres ha insistido en que hay que cortar las emisiones un 45 por ciento de aquí a 2030 y lograr cero emisiones en 2050 pero a pesar de que todos los actores, públicos y privados, saben lo que tienen que hacer, las emisiones no dejan de aumentar. "Si destruimos cualquier posibilidad de lograr el objetivo de 1,5ºC impactará a la humanidad", ha alertado.