Los datos dicen que hay más mujeres en la carrera científica y que tienen la misma eficiencia para acceder a cargos de responsabilidad, pero siguen sin ocupar esos puestos. Queda trecho que recorrer para alcanzar los objetivos del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia 2019. Con motivo de este día, el Ministerio de Ciencia, Innovación e Universidades ha presentado este lunes el informe ‘Científicas en Cifras 2017’.

Los indicadores de este informe revelan que el techo de cristal sigue vigente en el sector científico y que los datos apenas han variado con respecto al informe anterior, de hace dos años. Así lo vemos en la carrera investigadora en la universidad. En las públicas vemos como en la etapa estudiantil predominan las mujeres, pero la tendencia se invierte en los puestos de profesorado y la brecha crece según aumenta el nivel del puesto, como pueden ver en el siguiente gráfico. Sitúese en cualquiera de las categorías del gráfico para ver el dato.

NOTA: Grado A incluye al profesorado Catedrático de Universidad; Grado B: Profesorado Titular de Universidad, Catedrático de Escuela Universitaria y Contratado Doctor; Grado C: Profesorado Ayudante Doctor, investigadoras/es visitantes y otro personal investigador postdoctoral; Grado D: Profesorado Ayudante y Personal Investigador en Formación (PIF) con contrato de convocatorias competitivas (FPI, FPU y otras predoctorales).

En las universidades privadas la brecha es menor, pero también muy acusada: en el nivel superior la proporción es de un 72% de hombres y un 28% de mujeres.

Y no hay menos catedráticas porque no lo demuestren. En el informe podemos ver cómo la tasa de mujeres y hombres que se presentan y logran obtener una cátedra (lo que se denomina ‘tasa de éxito’) es casi idéntica: 47% en mujeres y 48% hombres. La diferencia estriba en que se presentan menos mujeres: un 34% del total.

Tratamos de explicar estas cifras con Carmen Fenoll, científica con más de 30 años de experiencia que conoce bien cómo ha evolucionado el sector científico en términos de igualdad. Fenoll es secretaria general de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas, catedrática de Fisiología Vegetal en la Universidad de Castilla-La Mancha y dirige el Grupo de Biotecnología y Biología Molecular de Plantas de esta universidad.

Fenoll conoce de cerca la mayor presencia de catedráticos hombres, pero lo que más le preocupa que la situación no haya variado en los últimos años: “Ese techo de cristal no se resquebraja y lo preocupantes es que no ha cambiado mucho desde los años 80 que se tienen datos contrastados”. La estimación que hace la catedrática para conseguir la igualdad se presenta lejano, “nos falta un siglo o así”, apunta.

Por eso, le hemos preguntado qué podría revertir la solución, y nos ofrece una serie de medidas concretas:

  • Que todo tipo de ayudas para la investigación vayan encaminadas a que se cumpla la normativa para conseguir la igualdad de género;
  • Continuar con las políticas de cuotas de acción positivas; la catedrática admite que no resulta fácil en determinados sectores, pero lo considera “imprescindible”;
  • Asegurar que los comités de alto nivel que conceden las ayudas no solo sean paritarios, sino que sean formados en igualdad de género, ya que “todos tenemos sesgos inconscientes”. Para Fenoll, esta acción puede llegar a ser muy sencilla: “Un vídeo en el que se haga reflexionar ese sesgo puede ser muy útil”.

Fuera del ámbito universitario, existen grandes desigualdades en la presencia de la mujer en el sector científico-tecnológico. En términos generales, el 48% del total del personal en el sector científico-ingeniero en España son mujeres, pero en actividades específicas de ese sector, como el de la alta tecnología, la presencia femenina se reduce a un 27%, según datos de Eurostat (2017).

El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia tiene como objetivo la promoción de la igualdad de acceso de la mujer al pleno empleo y a un trabajo decente. Se celebra cada 11 de febrero, fecha aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidad en 2015. También lucha por el acceso de las niñas a las carreras científicas y revertir datos como el de que sólo el 7% de las niñas se ve trabajando como científica en el futuro.