Con gran desparpajo, Amoy, de 8 años, enseña en su canal las partes de un cerebro o nos da lecciones de cardiología. Esta pequeña hasta se ha ganado los aplausos de corporativas de Silicon Valley, persiguiendo su sueño, ser neuróloga.

Aunque lo suyo es algo excepcional, en España solo un 7% de las niñas se ve en el futuro como científica. En carreras como ingenierías las cifras están estancadas y en los últimos cinco años no se llega al 30% en las matriculaciones.

El dato se reduce hasta un 21% en aquellas que deciden proyectar su carrera en la investigación frente al 79% de los hombres. Lo cual desemboca en un enorme techo de cristal: solo el 12% está presente en los órganos de Gobierno.

Por eso, investigadoras como Cristina han dedicado su jornada de este lunes a esas niñas que ya tienen cierta curiosidad en las ciencias. En su papel de mentora, muestra su trabajo para que les pueda servir de inspiración: "Intentar motivarlas y dar visibilidad a estas profesiones para que en un futuro se animen a estudiar una carrera así".

La primera base de datos de científicas españolas creada por Constantes y Vitales ya comienza a tener resultados positivos. Herramientas y actos necesarios para descubrir y no perder el talento femenino.