El astronauta estadounidense Frank Borman ha muerto este jueves a los 95 años en Billings, en el estado de Montana (Estados Unidos). Borman fue el comandante de la misión Apolo 8, el primer vuelo espacial tripulado que abandonó la Tierra para orbitar la Luna.

"Hoy recordamos a uno de los mejores de la NASA. El astronauta Frank Borman fue un verdadero héroe americano. Como comandante del Apolo 8, el astronauta dirigió la primera misión tripulada alrededor de la Luna en 1968 y allanó el camino para el alunizaje unos meses después", ha declarado el administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson.

Borman y sus compañeros, Jim Lovell y Bill Anders, se convirtieron en los primeros seres humanos en salir de la órbita terrestre baja: el Apolo 8 tardó tres días en llegar a la Luna y orbitó 10 veces a lo largo de 20 horas, tiempo durante el que la tripulación realizó una transmisión televisada de Nochebuena que fue la más vista de la historia hasta entonces. El 27 de diciembre, los astronautas regresaron sanos y salvos a la Tierra.

En la década de 1950, Borman entró en el Ejército del Aire como piloto de cazas y más tarde ejerció como profesor adjunto de termodinámica en la Academia Militar de West Point, en el estado de Nueva York. Tras formar parte de la comisión que investigó el incendio de la nave espacial Apolo en el que murieron tres astronautas en 1967, fue nombrado jefe del programa Apolo, puesto desde el que dirigió el equipo que rediseñó la nave espacial.

El astronauta recibió numerosos galardones a lo largo de su vida, como la Medalla de Honor Espacial del Congreso de Estados Unidos. En 1990 ingresó en el Salón de la Fama Aeroespacial Internacional y en 1993 hizo lo propio en el Salón de la Fama de la Aeronáutica de Estados Unidos. Tras retirarse, Borman ocupó diversos cargos de responsabilidad en la compañía Eastern Airlines y llegó a actuar como embajador presidencial especial en Europa y Oriente Próximo.