El estudio muestra que la atmósfera en el lado nocturno de Venus se comporta de manera muy diferente a la del lado del planeta que mira al Sol (el "lado del día"), exhibiendo tipos, morfologías y dinámicas de nubes inesperadas y previamente desconocidas, algunas de las cuales aparecen conectadas a las características en la superficie del planeta.

"Esta es la primera vez que hemos podido caracterizar cómo la atmósfera circula en el lado nocturno de Venus a escala global", dice Javier Peralta de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), Japón, y autor principal del nuevo estudio publicado en la revista Nature Astronomy. "Si bien la circulación atmosférica en la cara diurna del planeta ha sido ampliamente explorada, todavía había mucho que descubrir sobre el lado nocturno y encontramos que los patrones de las nubes son diferentes a los del lado diurno y están influenciados por la topografía de Venus".

La atmósfera de Venus está dominada por fuertes vientos que giran alrededor del planeta mucho más rápido de lo que Venus gira. Este fenómeno, conocido como "super-rotación", incluye vientos venusianos que se mueven hasta 60 veces más rápido que el planeta, empujando y arrastrando nubes dentro de la atmósfera. Estas nubes viajan más rápido en el nivel superior, a unos 65 a 72 kilómetros por encima de la superficie.

"Hemos pasado décadas estudiando estos vientos súpergiratorios siguiendo la forma en que las nubes superiores se mueven en el lado del día de Venus, y éstas son claramente visibles en imágenes adquiridas en luz ultravioleta", explica Peralta. "Sin embargo, nuestros modelos de Venus siguen siendo incapaces de reproducir esta super-rotación, lo que indica claramente que podrían faltarnos algunas piezas de este rompecabezas", ha detallado.

"Nos centramos en el lado nocturno porque había sido mal explorado; podemos ver las nubes superiores en el lado nocturno del planeta a través de su emisión térmica, pero ha sido difícil observarlas correctamente debido a que el contraste en nuestras imágenes de infrarrojos era demasiado bajo para lograr suficiente detalle", ha establecido Peralta. El equipo utilizó el Visible and Infrared Thermal Imaging Spectrometer (VIRTIS) en la nave espacial Venus Express de la ESA para observar las nubes en el infrarrojo. "VIRTIS nos permitió ver estas nubes correctamente por primera vez, permitiéndonos explorar lo que los equipos anteriores no podían - y descubrimos resultados inesperados y sorprendentes", añade Peralta.

En lugar de capturar imágenes individuales, VIRTIS reunió un 'cubo' de cientos de imágenes de Venus adquiridas simultáneamente en diferentes longitudes de onda. Esto permitió al equipo combinar numerosas imágenes para mejorar la visibilidad de las nubes y verlas con una calidad sin precedentes. Las imágenes de VIRTIS revelan así fenómenos en el lado nocturno de Venus que nunca antes se habían visto en el lado del día.

Los mejores modelos de cómo la atmósfera de Venus se comporta y circula, conocidos como Modelos de Circulación Global (GCMs), predicen que la súper-rotación se produce de la misma manera en el lado nocturno de Venus como en su lado del día. Sin embargo, esta investigación de Peralta y sus colegas contradice estos modelos.