Un equipo de científicos podría haber encontrado la prueba definitiva que confirme finalmente la teoría de que los continentes fueron formados por impactos de meteoritos gigantes, parecidos a los que provocaron la extinción de los dinosaurios, pero acaecidos miles de millones de años antes. Se trata de la primera evidencia sólida que respalda esta tesis, formulada hace varias décadas, tal y como confirma Tim Johnson, director de este proyecto de investigación.

Los científicos estudiaron la composición de los isótopos de oxígeno de unos diminutos cristales de un mineral llamado circón, hallados en unas rocas situadas en la parte occidental de Australia, un lugar llamado Pilbara Craton. El análisis reveló un proceso “de arriba hacia abajo” que comienza con el derretimiento de las rocas más cercanas a la superficie y progresa más profundamente, algo que está en consonancia con el efecto geológico que tienen los impactos de meteoritos gigantes en la superficie terrestre, según explica el director del proyecto.

El estudio y análisis de la formación y evolución continua de los continentes de nuestro planeta es algo fundamental para el ser humano, ya que, además de albergar la mayoría de biomasa de la Tierra y ser el hogar de la especie humana, los continentes también atesoran la gran mayoría de los depósitos minerales existentes. Estos productos básicos son "esenciales para las tecnologías verdes emergentes necesarias para cumplir con nuestra obligación de mitigar el cambio climático”, asegura Johnson.

Pilbara Craton es solo uno de los muchos depósitos de minerales presentes en la corteza terrestre. Según esta investigación, algunas de estas otras zonas de la antigua corteza continental de nuestro planeta parecen mostrar patrones similares a la que ha sido objeto de estudio en este proyecto, lo que abre la puerta a nuevas investigaciones.