La expedición espeleológica 'Yana-2012', conformada por científicos de Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos, Canadá, Suecia y Reino Unido, han trabajado en la zona nororiental de Rusia, conocida como Yakutia, a una profundidad de 100 metros bajo el hielo, donde se ya se habían podido encontrar fragmentos de piel, cuero y huesos del cráneo de este animal.
Según ha señalado el director de la expedición, Semen Grigoriev, los restos congelados pertenecen a una hembra de mamut lanudo, que podría haber muerto a la edad de 60 años, es decir, hace 10.000 o 15.000 años. "Cuando rompimos el hielo bajo su abdomen, fluyó sangre, muy oscura. Es el caso más sorprendente que he visto en mi vida", ha relatado el científico.
Grigoriev cree que la sangre pudo permanecer líquida a lo largo de tantos años porque "cayó en un pozo de agua o en un pantano, probablemente hasta la mitad de su altura, mientras que el resto de su cuerpo se congeló".
Pero el principal motivo de alegría para esta expedición es que "este descubrimiento ofrece posibilidades reales de hallar células vivas y concretar el proyecto de clonación de un mamut".
La Universidad de Iakutsk (Siberia), que también forma parte de la investigación, firmó el año pasado un acuerdo con el surcoreano Hwang Woo-suk, un especialista en clonación. En el caso de que se encuentren finalmente las células vivas, su núcleo será transferido a óvulos de elefante con el objetivo de producir embriones con ADN de mamut, que serían luego colocados en el útero de una elefanta de Asia.
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