La investigación, publicada en 'Nature Communications' por científicos de diversas universidades norteamericanas y de la NASA determina que el objeto se formó en planetesimales en los primeros 10 millones de años antes del ensamblaje de los planetas terrestres y ayuda a los científicos a comprender mejor las complejidades de la formación de planetas.

"Es el meteorito ígneo más antiguo jamás registrado", dijo el profesor de la Universidad de Nuevo México, Carl Agee. "No solo es un tipo de roca extremadamente inusual, sino que nos dice que no todos los asteroides tienen el mismo aspecto. Algunos se parecen a la corteza de la Tierra porque son de color claro y están llenos de SiO2. Estos no solo existen, sino que se desarrollaron durante uno de los primeros eventos volcánicos que tuvieron lugar en el sistema solar”.

"Los isótopos de oxígeno de otros meteoritos como NWA11119, NWA 7235 y Almahata Sitta son todos idénticos, pero esta roca (NWA 11119) se destaca como algo completamente diferente de cualquiera de los más de 40.000 meteoritos que se han encontrado en la Tierra", afirma Poorna Srinivasan, autora de la investigación.

Además, se realizó una investigación utilizando una espectrometría de masas de plasma acoplado inductivamente en el Laboratorio de Cosmoquímica y Geocronología de Isótopos en la Universidad Estatal de Arizona para determinar la edad precisa de formación del meteorito. La investigación confirmó que NWA 11119 es el meteorito ígneo más antiguo jamás registrado en 4.565 millones de años.