Las Gemínidas, última lluvia de meteoros del año, alcanza su pico de actividad este fin de semana, con decenas de cientos de meteoros por hora que durante varias noches atraviesan las constelaciones.

"Podremos llegar a observar una por minuto, en buenas condiciones de visibilidad", dice Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoros de la NASA.

A pesar de que las Gemínidas nos visitan cada año, todavía no las entendemos por completo. Los cometas de hielo producen la mayoría de las lluvias de meteoros. Estos cometas arrojan chorros de meteoros cuando los calienta la luz solar.

Pero las Gemínidas son distintas. Su origen no es un cometam sino un objeto extraño llamado '3200 Faetón'.

Según los astrónomos, se trata de un asteroide que se acerca mucho al Sol. Se aproxima tanto que el calor solar quema los residuos polvorosos que cubren su superficie rocosa. Esto podría formar una especie de cola de grava.

Durante las observaciones realizadas por la sonda espacial STERO de la NASA desde 2009 a 2012, se detectó una pequeña cola que sobresalía por detrás de la roca. "La cola brinda evidencia irrefutable de que Faetón eyecta polvo", explica David Jewitt, astrónomo de la UCLA.

El equipo de trabajo de Jewitt cree que el polvo es eyectado por la fractura térmica de la corteza del asteroide. Un proceso relacionado, que recibe el nombre de "fractura por desecación", también puede desempeñar un importante papel.

El hecho de ver que '3200 Faetón' produce una cola, aunque sea pequeña, da confianza a los investigadores de que Faetón es en verdad el origen de las Gemínidas.

Teniendo en cuenta el tiempo claro y un cielo oscuro, que este año mengua la reciente Luna Llena, la lluvia de meteoros de las Gemínidas puede ser vista en la mayor parte del mundo, a pesar de que se verá mejor por los observadores en el hemisferio norte.